miércoles, 3 de agosto de 2016

Fueu Vida, tú fueu.

Hola gente, ¿Cómo os trata la vida?
¿Cuánto hace que no escribo? Muchos meses sí. Es que la verdad ya no tengo tanto que contar. Bueno sí, pero no que pueda contar. Ahora me guardo mis cosas para compartir en directo con la gente más cercana.
La verdad es que he conocido a tantas personas especiales, con vidas apasionantes y experiencias increíbles (años como misioneros, o años en México, Vietnam, o India...) gente que habla y te apetece tomar notas. Es bonito, y te sientes una niña que sólo dice o escribe tonterías.
Me ha pasado que me he acostumbrado a Asia sin saberlo. Me ha adoptado y yo a ella casi sin darnos cuenta. Sé hablar, sé moverme, sé comer, sé morder y sé divertirme en Taiwán.
Ya no toco botones rojos, ya no tengo miedo a ir a donde sea, me siento bien allí con su trajín, su calor, su humedad y sus cucarachas. Porque también tengo 小籠包,las bicis, el Reshao, a mis amigos, las luces, los templos, los mercados nocturnos, el parque, a mis profes, a mis alumnos, a mis Delia y Alaska, el idioma, los olores, los abuelos que hacen Taichi a las 7 de la mañana, el deporte, las  fiestas de viernes, el rooftop y mis rutinas diarias. Tengo la posibilidad de subirme al metro y cruzar Taipei desde arriba viéndola entera, como una dama que se despereza toda elegante, mientras escucho música, descubriéndola siempre tan bonita ella y tan distinta.
Y un poco mía también.
Y me siento feliz.


Es muy bueno quitarse capas, y este año me he quitado muchas.Tantas que no me ha hecho falta ni contárselo a nadie, (con lo que me gusta hablar) nada más que a mi misma.
Es increíble entender que la vida te puede sorprender a lo bestia. Desnudarte y dejarte en mitad de otra vida en la que eres tú, feliz y fiel a ti.
Tan lejos de lo que fuiste.

He vuelto a casa ahora en verano. Y mi energía se ha volcado en la familia. En ver, en analizar.
Me doy cuenta de que como me dijo un gran maestro "a la Naturaleza no le gustan los huecos". Y es verdad.
Me he dado cuenta de que el hueco que yo ocupaba se ha cubierto y mis amigos han avanzado, han crecido, se han casado o están en otras cosas. Es curioso y a la vez enorgullecedor verles desde fuera, ya con una vida hecha... aunque estés tan lejos.
Claro que me pierdo cosas, y al volver resquema, porque tu sobri habla, y a ti casi no te ha visto. Porque los quieres y te gustaría tenerlos cerca.

Me he quitado muchos pesos este año. Cargas del pasado, miedos propios. Me he dado cuenta de que mi familia apoya cualquier decisión que tome.
Es el mayor regalo que podría recibir.

Y con todo lo que me he quitado, la gente que he conocido, los viajes, el trabajo y la de cosas que he vivido he sacado una conclusión: "Nunca pasa nada, los miedos sólo son piedras que nos hacen tropezar". No sirven nada más que para desviarnos de la meta.

Supongo que no está bien que me ponga mística en un blog que es de las locuras de una felguerina en Taiwán pero nunca dejé de decir la verdad.
Así que la verdad es esta.
Charini está cambiada, me dicen. Puede que sí, puede que me haya dado cuenta de que el camino no se acaba en volver a casa.

Me encanta viajar, me encanta lo que veo y lo que vivo. Y ahora creo que me queda todo por hacer todavía. Quizá en España, quizá en otro sitio. No pasa nada.
Seguiré con el Chino y seguiré buscándome hueco por donde vaya. Pero contenta y exprimiendo cada situación.

Porque es lo que tenemos.

Mañana me voy a Portugal de viaje, pero espero que después venga Tailandia y Japón, quizá de nuevo Singapur y el año que viene habrá que planearlo. Porque como me dice mi querida Coca (mi abuela)... "Fueu fia, tú fueu"= A muerte Chari,vive hoy como si no existiese mañana.

Nos vemos por los bares amiguinos.





































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