lunes, 30 de marzo de 2015

Me suena a chino, sólo se entiende cuando estás aquí.

He tardado en escribir, lo siento, pero de verdad que ha sido por un buen motivo.
He estado estudiando.
Con mi felicidad habitual empecé a clase toda flipada.
La madre del cordero.
3 japoneses, un americano, otro chico de Canadá, un Letón, un Hindú, un ESPAÑOL (gracias a Dios Raulín, que llegaste a mi vida) y yo.
Resulta que empezó la clase y la profesora (Laoshi) empezó a hablar en chino.
En chino.
A escribir en chino, todo.
Oye tú, que la gente la entendía, la seguía.
Yo quería llorar, quería marchar.
Estabamos en el nivel cero!! (luego me enteré de que hay otro más bajo).
El caso es que me pasaron aquellas horas como en el infierno, yo miraba para Raúl (el español) con ganas de llorar. Y claro él estaba super pendiente de Laoshi (no es su nombre, significa "profesor") porque como para descentrarte oíste.
Después de las clases obligatorias hay unas suplementarias que tenemos que asistir, y allí pensé, venga que aquí te centras.
Eran los tonos y una especie de (lo explico mal, pero para que me entendáis) idioma complementario que acompaña a los caracteres para que sepas cómo entonar (lo llaman popomofo, que suena a chiste, pero es así).
En chino una palabra que te suena a "Chi", si lleva un tono lleva un significado, y hay 4 tonos (hay más pero se aplican 4). Con lo que en función del chi, puedes hablar de 4 significados diferentes para algo que como no tengas oído fino lo llevas claro.
Ahí me hundí.
Pensé, esto te supera Charina.
Durante un minuto pensé, fue bonito mientras duró, acaba el trimestre como buenamente puedas y pa casina reina.
La primera semana lo llevé fatal. Pero muuuy mal. Veréis aquí en mi clase la gente sabía escribir y leer los caracteres,habían estado en China viviendo, estudiando años,los japoneses YA SABEN escribir en estos caracteres; pero yo no había dado nada, así que me encerré a estudiar y estudiar y estudiar. Sólo eso.
Básicamente tardé una semana en abrir la mente y "entender" que todo es distinto.
El aprendizaje.
La entonación.
Las letras.
La gramática.
El significado de los caracteres.
El orden del dibujo.
En vez de tomármelo como un infierno, me lo tomé como algo precioso que tiene más años que la tana y que me permite descifrar esos mensajes imposibles de cada carta y cada restaurante que piso.
Me lo tomé como una arma para integrarme y empezar a entender aquello, y con curiosidad.
Me tiro de la moto mucho, no sé decir nada pero lo intento, y me encanta.



Con los consiguientes desencuentros, en la peluquería pedí un producto para el pelo y me dieron una revista, en el taxi le dije que ya habíamos llegado y se dio la vuelta en dirección contraria.
Pues eso, liadas.
Ya voy sola a todas partes y pruebo todo.
Me gusta mucho, pero vivo bastante para estudiar.
Es difícil, sí, mucho.
Si os digo la verdad, no sé qué habría hecho sin ayuda, y cuando digo ayuda digo ánimos.



El primero que me ayudó fue Calvin, que me dijo que tenía que aprender a estudiar de cero, como los niños. Y me enseñó el origen del significado de algunos caracteres.
Después los del piso, que me sacaron a rastras de excursión un domingo, porque me dijeron que iba a explotar de tanto chapar.
Y también la gente de clase, Conrad, Loren, Raúl, hasta la profe, me fueron diciendo que era increíble lo que había mejorado, lo que me esforzaba, que lo estaba consiguiendo.
Así que me la empecé a gozar a mi manera, haciendo dibujos, inventándome historias, asociando palabras, recuerdos con cada caracter (son como dibujos en miniatura).
Todo eso me ayudó, me ayuda, y ahora me doy tiempo para salir, bailar, pasear y hacer deporte.

La parte buena, como en todo, es la gente.
Este mes ha sido de verdad especial.
He conocido a Rosa, que es una de las personas más fuertes y valientes que me he encontrado. Ella es de Costa Rica y es una mujer llena de vida, pura vida, como dicen los ticos (ay l@s ticos!).
Desde el segundo viernes Raúl, Rosa y yo nos vamos a comer a un mexicano, a tomar coronitas, a veces a cantar (Raúl toca la guitarra) y a reírnos un buen rato de todo lo que se nos ocurra.
Me encanta escucharlos, porque aquí todo el mundo tiene una historia detrás. A veces te la cuentan, a veces la intuyes, pero lo que la gente te aporta es maravilloso.
He conocido a mucha gente de Latino América, y es una gozada tomarse un respiro y dejar de hablar en inglés y chino.
He empezado a practicar la meditación y a escuchar algunas ideas sobre budismo que me parecen super interesantes.
Me he escapado a algunos restaurantes japoneses que se te cae todo del gusto.

Y he vuelto a bailar, sí, con Rosa. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien bailando, sudando y riéndome conociendo gente.
Sé que esta entrada es más seria, más resumida y menos divertida, pero es que ahora estoy en plan.
Tengo mil proyectos profesionales en mente, estoy alucinada con el modus operandi asiático y estoy enamorada de la ciudad.

Me encanta la terraza de casa, a veces salgo con Lili, una de mis compañeras de piso a fumar y a hablar, y da el sol a última hora de la tarde.
Me encanta el parque Daan, hay un árbol que es mi favorito y está lleno de ardillas (monísimas, pero me dijeron que a veces pueden tener la rabia. Lo que me faltaba, con lo rabiosa que soy yo).
Tengo mis sitios favoritos para ir a comer (como sola mucha veces). Ahora a veces cocino en casa, como puedo, porque sólo tenemos un hornillo.
Lo peor son los bichitos, algún temblor que te deja en shock y las picaduras de los mosquitos, lo llevo fatal. Se nos coló un pedazo avispa en clase y allí estaba todo quisqui más pancho que ancho, hasta que dice uno de los japoneses, "esta avispa mató el año pasado a 50 chinos, es el segundo insecto más peligroso de Taiwán". Vaya salto Pedrín, yo les grabé el vídeo sacándola desde la distancia como veis, aquí los valientes mueren primero.
Pero qué queréis, no podía ser perfecto.
Esto es una especie de mili en lo formativo y por la parte de dormir y pelearte contra el calor y los bichos pues también. Para mañana 35 grados dicen, llega el calor.
Pero tengo conmigo un montón de gente increíble que me alegra la vida, como Ángel, que es un gallego que lleva aquí 8 años y es un amor, tiene parte del alma asiática pero conserva lo mejor de España, es un jabugo de los mejores. Está Jorge, el asturiano que cada vez que lo veo me agarro a él como si me pusiesen una de sidra, porque Jorge es como tomar una sidra en el Lavaderu.

Y otras muchas personas de las que os iré hablando, porque poco a poco se hace camino.
No me olvido de lo que soy, de donde vengo y de lo que llevo detrás, pero este renacer me está sentando de maravilla.

Muchos besos mi gente.













miércoles, 4 de marzo de 2015

Últimos viajes por la isla, los baños termales y el Latern Festival, imprescindibles.

Hoy he empezado a la Universidad y éramos ciento y la madre en aquel salón de actos, eso sí, ni un español con el que hacer amigos.
Así que justo el grupo al que me he acoplado lo dirigía una centolla que no se empana de tres y no nos dijo ni dónde estaban las clases, así que me fui en cuanto me dieron una hoja donde pone mis horarios.
Las ocho de la mañana, primer turno, toma.
Como que lo de ir a tomar algo al Brass Monkey se me acabó.
Ya lo sé, ya lo sé, estoy aquí para estudiar.

Por lo visto me tenía que haber quedado una hora más a que nos diesen no sé qué hoja pero como la centolla en cuestión nos abandonó y yo voy por libre, para variar, pues yo me fui también.
Mañana ya me pondré al día.
Espero.

En mi Universidad hay que fichar, al entrar y al salir, y luego la hojita te la guardas mejor que tu vida porque si no te mandan a casa, pero a casa de tu madre, a tu país vaya.
Tal cual.
Aquí chorradas las justas.
Si el tiempo total del "fichaje" en cuestión no llega a una hora, no cuenta. Así que si tienes que ir al baño en las tres horas te aguantas las ganinas.
Como nos decía el traductor... "Porque en la embajada, si faltáis una hora, van a decir ¿qué ha estado haciendo esta persona, a ver, qué ha estado haciendo?". Aquí no vale ponerse malo o perder el bus.
Welcome to Asia.

Este es el vídeo uno de los tres sitios que recomiendo visitar:

https://vimeo.com/121231418

Una de las grandes fotos que hay que tomar en Taiwán es de Jiufén pero había una niebla que ni en Pajares, así que de foto nada, ya lo veis en el vídeo que está muy nublado.
Pero veréis también que de postres nos pusimos como el Quico porque tienen unos dulces que te mueres.
Jiufén hay que verlo desde los miradores, os dejo una foto guapa para que veáis que es precioso, pero os digo que los mercados no tienen desperdicio tampoco. Eso sí, aquí empujones pisotones  y lo que quieras menos cariño. Aunque el ir de turisteo hace que estés de buenas y te de igual ocho que ochenta.

El vídeo que os dejo es un variado de Hhulai, Jiufén y uno de los Festivales "Latern Festival" que se celebran en Taiwán.

El festival impresiona, como veis es una preciosidad. Hay varios a lo largo del año. Nosotros fuimos a Pingxi que es uno de los más grandes.
Cuesta bastante llegar porque hay gente a tutiplén y como seas de agobiarte no es tu sitio.
Para que os hagáis a la idea, hay que dejar el coche a unos 15 kilómetros, pillar dos buses, esperar cola y pegarte una buena caminata.
Pero ya veis que merece la pena.
Yo estaba allí esperando aquella cola eterna y entre tanta gente se me hacía raro que no bebiese nadie tú. Yo decía, a ver, mira qué temperatura de veranín, mira qué ambiente y nada, ni una triste caña, con lo que entraba un culete o una Voll Dam.
Convencí a a estos para comprarnos unas latas de la cerveza taiwanesa en el Seven Eleven mientras esperábamos la cola, porque aquí el botellón es legal porque no lo practica ni ruti.
La liada fue el querer ir al baño todos después y unas colas que ni en Los Conciertos del Pilar.

Me están comiendo los mosquitos, tengo 9 picaduras en la cara. Hoy me pillé dos trenes para llegar al Carrefour y comprarme el aparato que se enchufa porque tengo 3 cremas anti mosquitos (dos españolas, una taiwanesa) más una especie de radio que emite un sonido hiper agudo que se supone que los espanta, y nada. Y es que la ventana de mi cuarto tiene unos boquetes que te pasa el puño. Así que hoy me puse a lo Manolo y Benito a tapar agujeros con cinta aislante y a ponerme cremas y enchufar el aparato. Pero para que veáis que no me funciona nada me acaban de picar otra vez ahora mismo mientras editaba el vídeo.

Se admiten remedios caseros.

Me dijo la madre de una chica americana de aquí que tomase pastillas de ajo. Pensé yo, "no encuentro mayonesa  como para encontrar pastillas de ajo".

Mañana es mi primera clase, estuve mirando un poco los libros y no me entero de trés.

Buena señal.

A ver si me toca un grupo majete.

Os sigo contando ;)